¡Síguenos!La computación médica, es decir, la computación aplicada a la salud, tiene gran auge actualmente, y produce un sinfín de aplicaciones que van desde la búsqueda de patrones mutacionales del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el estudio de las neurociencias, hasta la rehabilitación, el descubrimiento de patologías en bebés a través del análisis del llanto y la detección de eventos epilépticos, por citar unas cuantas.
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En el Laboratorio de Bioseñales y Computación Médica del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) se desarrollan diversos proyectos con aplicaciones como las mencionadas anteriormente a través de la inteligencia artificial y computacional, la estadística, la minería de datos, el aprendizaje de máquina y los modelos probabilistas, entre otros.
Las líneas de investigación de este laboratorio, equipado con tecnología de punta, incluyen las neuroimágenes, la clasificación de señales cerebrales, los sistemas de apoyo al diagnóstico, el reconocimiento de emociones a partir de la voz, el reconocimiento automático del llanto infantil, el cómputo afectivo y persuasivo, la rehabilitación y la geomedicina.
El Laboratorio de Bioseñales y Computación Médica es el de mayor crecimiento en número de estudiantes en la Coordinación de Ciencias Computacionales del INAOE. Además, en los últimos dos años se han invertido en él más de once millones de pesos. Y no sólo eso: también es pionero a nivel internacional en proyectos de reconocimiento del llanto de bebé con fines de diagnóstico y a nivel nacional en el desarrollo de tecnología de neuroimagen, óptica funcional y modelos de la marcha con datos de la población mexicana, este último en colaboración con el Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”. Con los trabajos del Laboratorio se han obtenido diversas patentes, se han ganado premios nacionales y se han creado ya dos empresas spin-off.