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Un grupo de paleontólogos desveló varios collares y pulseras de pequeñas conchas perforadas y coloreadas con ocre rojo, halladas hace unas semanas en la cueva de Bizmoune, cerca de Essaouira.
“Son las joyas más antiguas de la humanidad”, afirmó el investigador marroquí Abdeljalil Bouzouggar, profesor del Instituto Nacional de Arqueología y Ciencias del Patrimonio (INSAP).
El descubrimiento fue realizado por un equipo internacional compuesto por el INSAP de Rabat, la Universidad de Arizona (Tucson, EEUU) y el Laboratorio Mediterráneo de Prehistoria Europa África (CNRS y Universidad de Aix-Marsella, sur de Francia).
Se trata de un “gran descubrimiento para Marruecos y para la humanidad”, dijo el ministro marroquí de Cultura, Mohamed Mehdi Bensaid, quien subrayó que aporta información sobre “las primeras civilizaciones”.
Son “los más antiguos que se conocen en el mundo”, explicó el investigador, subrayando que las conchas habrían servido también como instrumento de comunicación.
“Fue la primera vez que el ser humano utilizó su cuerpo como medio, ya sea para comunicarse entre sí o con miembros de otros grupos, más o menos alejados de su lugar de origen”, dijo.
Según Bouzouggar, los humanos en cuestión recogieron las conchas en las playas del litoral, informó AFP.
“Hay muchas especies de conchas, pero fueron a buscar las mismas especies tanto aquí, en Marruecos, como en Argelia, en un yacimiento que data de hace 35.000 años, en Sudáfrica, en un yacimiento de hace 75.000 años, o en Israel, en un yacimiento de hace 135.000 años”, señaló.
A su vez, mencionó que, en su opinión, “significa que estas personas compartían algo entre ellas. Quizá había surgido un lenguaje”. El investigador recordó que en Marruecos se identificó “uno de los Homo Sapiens más antiguos del mundo”. N
Con información de AFP