¡Síguenos!En esta temporada de lluvias, el IMSS recomendó a la población mantener limpios patios, azoteas y jardines para evitar la aparición y reproducción de mosquitos portadores de enfermedades.
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La mayoría de las picaduras de mosquitos dejan de molestar y sanan solas en unos pocos días.
Sin embargo, si se trata de una picadura del mosco Aedes aegypti, transmisor de enfermedades como dengue, chikunguña y zika, hay que acudir al médico para su atención y no automedicarse, porque puede complicarse.
En el caso del dengue se presenta fiebre, dolores de cabeza, articular y muscular muy intensos, náuseas, vómito, ronchas, comezón, y en casos graves, sangrado en encías y moretones.
Mientras que los síntomas del chikunguña, además de los síntomas señalados, las personas infectadas presentan deformación articular, caminan encorvadas y con dolor intenso.
Con el caso de zika, el 80 por ciento de los casos no tiene fiebre, pero pueden presentar dolor de cabeza, malestar general, ronchas, ojos rojos y conjuntivitis.
Los enfermos deben mantener reposo y el consumo de electrolitos orales para hidratarse ante la presencia de estos padecimientos, lo que mejorará su cuadro clínico.
El IMSS también recomendó usar repelente, evitar permanecer por mucho tiempo en áreas donde hay muchos moscos, hierba y densidad de plantas.
ABEJAS Y AVISPAS
La aplicación de hielo inmediatamente después de producirse una picadura de abeja o de avispa es la mejor medida para reducir los efectos del veneno en la zona afectada.
En el caso de reacciones más graves, que puede presentar el 2.3% de la población, es necesario el empleo de antihistamínicos, antiinflamatorios, corticoides e, incluso autoinyectores de adrenalina.
Se pueden producir cuatro tipos de síntomas, una reacción leve -menos de 10 centímetros de diámetro-, una reacción local extensa -más de 10 centímetros de diámetro-, reacciones generalizadas -urticarias y angioedemas- y cuadros graves o anafilaxias. En este último caso, que es el menos frecuente, puede producirse ahogo, mareos, náuseas y vómitos.
Hay dos situaciones especiales que deben tenerse en cuenta, por un lado las reacciones locales extensas tras la picadura de abeja o avispa pueden evolucionar a un cuadro más severo después de nuevas picaduras, por lo que estos pacientes deben tener especial cuidado con nuevos episodios; así como las reacciones generalizadas, que se producen en pacientes que presentan hinchazón en una zona diferente a la de la picadura.
Habría que destacar las picaduras en cara y cuello, pues son muy llamativas por la deformidad que causan debido a la ausencia de tejido laxo en la cara y por la compresión en el cuello que se puede producir y que puede causar sensación de ahogo.
Las picaduras de abejas y avispas pueden prevenirse tomando precauciones generales como, en el caso de las abejas, evitar el empleo de ropa con colores muy vivos -rojos, morados y amarillos-, puesto que las atraen como sucede con las flores, y lo mismo ocurre si se usan perfumes.
Para prevenir las picaduras de avispa es importante evitar dejar basura ni comida al aire libre, dado que son carnívoras, no andar descalzo por el campo o por zonas ajardinadas, ni meter las manos en tejados o agujeros, pues pueden hacer sus nidos en el suelo (véspulas) o en el aire (polistes).