¡Síguenos!Un equipo de científicos de la UNAM diseñó un método para detectar al SARS-CoV-2 mediante saliva; este procedimiento, además de disminuir el riesgo para el personal de salud y acelerar el diagnóstico, es 50 por ciento más económico que la recolección de muestras con hisopos en nariz y garganta.
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Dos mililitros de saliva son suficientes y eficaces, afirmó Susana López Charretón, del Departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular del Instituto de Biotecnología (IBt), quien junto con su equipo han aplicado este proceso en pacientes de Morelos.
Con el método de la saliva, reiteró, “se puede hacer la auto-toma, con lo que se ahorran insumos y el procesamiento puede ser más rápido. “Esto no tiene nada qué ver la prueba diagnóstica, que sigue siendo el RT-qPCR, la prueba de oro para la detección del virus”, aclaró.
La universitaria indicó que la alta demanda de los materiales y reactivos para la toma y procesamiento de las muestras ha dado como resultado la escasez mundial de estos insumos, esenciales para la realización de las RT-qPCR.
Como parte de los planes para levantar las restricciones de movilidad, es necesario aumentar la capacidad de pruebas de laboratorio, y las basadas en saliva pueden ser una alternativa, añadió.
La ganadora del Premio L'Oréal-UNESCO para las Mujeres en la Ciencia 2012 precisó que un método similar, diseñado por la Universidad de Yale, fue aprobado ya por la FDA para su uso en Estados Unidos, y Japón también ha comenzado a realizarlos de manera masiva.
El estudio lo realizamos en colaboración con el sistema de salud de Morelos desde junio, con las caravanas de salud, y esperamos que sea posible aplicarlo en el corto plazo en otros estados, dijo.
“Sería una gran ventaja para nuestro país. De hecho, ya nos escribieron de España para que les comentemos nuestras experiencias y empezar a trabajar con este sistema en sus comunidades”.
López Charretón subrayó que es necesario muestrear poblaciones grandes para la reapertura de empresas y escuelas. “Por ejemplo, si queremos que los empleados de una fábrica regresen, lo ideal sería muestrear un porcentaje representativo de ellos, como lo piden las autoridades de la Ciudad de México; los mismos requerimientos son para los trabajadores de la UNAM y los niños en edad escolar”.
Esta investigación, realizada en colaboración con Joaquín Moreno, Marco Antonio Espinoza, Carlos Sandoval y Carlos Arias, todos del IBt, junto con la Secretaría de Salud de Morelos, fue aceptada para su publicación en el Journal of Clinical Microbiology, y ya se encuentra disponible en línea.