¡Síguenos!El gobierno de Cuba anunció este jueves que la escasez de papel obligó a al menos seis periódicos a reducir la circulación y el número de páginas, en una nueva señal de la falta de efectivo que enfrenta la isla.
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El diario Granma, órgano del oficial Partido Comunista, dijo en su edición del jueves que junto con varios otros periódicos reducirá sus ediciones de los miércoles y viernes de 16 a ocho páginas. Los cambios entran en vigor el viernes. Juventud Rebelde, el diario de la Juventud Comunista, dejará de publicarse los sábados.
Granma dijo que se debe a “dificultades con la disponibilidad de papel gaceta en el país". El papel gaceta se conoce en otros países como “papel periódico”.
El gobierno ha estado sufriendo problemas con el flujo de efectivo que han forzado a recortes en las importaciones de varios productos.
El último recorte importante en los periódicos cubanos fue durante el “período especial” tras la caída de la Unión Soviética. Aunque en los últimos tiempos las autoridades permitieron una conexión más fluida a internet y se autorizó el servicio de datos móviles, miles de cubanos -sobre todo los menos jóvenes- prefieren todavía ver noticias en televisores y en periódicos impresos.
Cuba parece hoy muy lejos de un nuevo “período especial”, pero la isla ha estado sufriendo varios tipos de escasez cada vez más frecuentes y largas de productos básicos, como harina, aceite de cocina, pollo y huevos, todas atribuidas a la falta de divisas.
El gobierno no publica mucha información económica básica, pero el producto interno bruto ha estado sin cambios desde 2016, debido en gran parte al desplome económico de Venezuela, el principal aliado de Cuba y su mayor fuente de petróleo altamente subsidiado desde hace casi dos décadas.
Los observadores dicen que la lenta diversificación de mercado de la economía local, con un crecimiento en el sector turístico, miles de millones de dólares en remesas del exterior y vuelos directos a países en todo el mundo ofrecen una protección moderada ante un colapso grave.
No obstante, en muchas partes de la isla, las tiendas estatales solamente tienen productos como pollo y harina unos pocos días a la semana, cuanto más, y cuando esos productos aparecen se forman colas enormes fuera de las tiendas, que se disipan solamente cuando no quedan más productos.
Aunque algunas compañías extranjeras están construyendo hoteles en la isla e instalaciones industriales en una zona de libre comercio al oeste de La Habana, las reformas de mercado y planes para atraer más inversiones extranjeras parecen mayormente varados e incapaces de compensar ante la ineficiencia, la corrupción, el colapso venezolano y el embargo comercial estadounidense de 60 años.
En estos meses, el presidente Miguel Díaz-Canel exhortó una y otra vez a funcionarios del gobierno y directivos de empresas a trabajar por la eficiencia, al tiempo que reconoció que la principal batalla de la isla “es la económica”.
Cuba apenas creció 1. 1 por ciento en 2018, luego de otro 1.6 por ciento en 2017 y de la crítica situación creada en 2016 cuando la economía entró en recesión y decreció en un 0.9 por ciento.
La noticia de una reducción en los periódicos fue leída de manera negativa por algunos comentaristas, como el bloguero y activista LGTB cubano Francisco Rodríguez.
“Señales que deberíamos evitar: la reducción de la prensa fue el preámbulo del Periodo Especial en los años 90”, escribió Rodríguez en su cuenta de Twitter.
