¡Síguenos!Con la reapertura de la frontera con Estados Unidos, que inició a las 0:00 horas de hoy tras 20 meses de cierre por la pandemia, los comerciantes en la frontera mexicana enfrentan el reto de sostener los 60 mil millones de pesos en ventas que han registrado desde Tijuana, Baja California, hasta Matamoros, Tamaulipas.
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Julio Almanza Armas, presidente de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio (Fecanaco), destacó que durante el cierre de los puentes internacionales los comerciantes de la frontera se vieron beneficiados, ya que se registraron ventas que antes no tenían y, además, se fortaleció la economía, pues no había fuga de divisas.
“No había fuga de divisas. Derivado de que alrededor de un millón y medio de personas no han estado cruzando a lo largo y ancho de la frontera, esas divisas se estaban quedando. Creemos que el comercio fronterizo se ha fortalecido, ya que en la pandemia muchos residentes del lado estadounidense realizan sus compras en México”, explicó.
Señaló que el comercio mexicano tuvo que reinventarse, ya que 15% de las compras en la frontera es de estadounidenses.
“Ellos vienen a las estéticas, farmacias, consultorios médicos, a comprar medicamentos, a traer a sus mascotas con los veterinarios, a comprar su despensa.
“Nosotros tenemos un mejor servicio, ellos venden celulares, nosotros también, pero el servicio de reparación no lo tienen ellos, aquí somos cálidos y eso le gusta a la gente de Estados Unidos”, indicó Almanza Armas.
Un ejemplo es la frontera entre Piedras Negras, Coahuila, y Eagle Pass, Texas, donde el cierre de fronteras provocó el colapso del comercio del lado estadounidense y el fortalecimiento y recuperación del lado coahuilense.
Morris Libson Valdes, presidente de los Consejos de Desarrollo Económico de Piedras Negras y de Eagle Pass, mencionó que en el lado mexicano han salido de los efectos de la pandemia y consideró que se “está bastante bien” a nivel económico.
Carlos González, presidente de la Cámara de Comercio de Piedras Negras, externó que el cierre del flujo en la frontera benefició al comercio local a sortear la pandemia. Aseguró que se tiene un aumento de 15% en ventas en todos los comercios.
Para el comerciante este tiempo fue fructífero porque se volvieron competitivos, se fortalecieron los negocios y la ciudadanía tuvo tiempo para comparar servicio y precio.
“Se dieron cuenta de que muchos productos de primera y segunda necesidad muchas veces son más baratos aquí”, recalcó.
Por el contrario, en Eagle Pass y el condado de Maverick, para los pequeños negocios ha sido devastador por la falta de visitantes del norte de Coahuila.
Morris Libson calculó que la actividad económica del lado estadounidense dependía entre 50% y 60% de la gente que cruzaba del norte de Coahuila, por lo que al no tener esos compradores se vieron orillados a cerrar.
Ahora, la esperanza es que con la reapertura de la frontera los comerciantes del lado de Eagle Pass decidan reabrir.