Durante la tarde-noche del viernes los habitantes capturaron, golpearon e intentaron sacar de la comisaría a una persona a quien señalaron de querer robar un vehículo.

Alrededor de las 17:00 horas los vecinos hicieron la captura, pero tras hacer sonar las campanas del pueblo más gente se reunió en torno al acusado.

Elementos de seguridad pública lograron rescatar al sujeto y llevarlo a la comisaría, aunque la turba intentó entrar por él.

Luego de más de tres horas de negociación y bajo un fuerte dispositivo policial, el presunto culpable salió del edificio disfrazado de policía.

Además, los uniformados hicieron disparos al aire para dispersar a cerca de 300 pobladores.

Lo anterior ocasionó el enojo del pueblo que quemó una patrulla.

No hubo detenidos por estos últimos hechos.