Entre enero y junio pasados, se reportaron en el estado 41 perforaciones que representan el 67 por ciento de todas las reportadas durante el año anterior.

La madrugada de este miércoles, una fuga en un ducto de gas provocada por huachicoleros, al norte de la ciudad de Puebla, provocó la evacuación de más de mil familias de una decena de colonias, la suspensión de clases en cerca de 90 planteles, y el cierre de vías carreteras como el camino a Tlaltepango.

Robo de gas se convierte en problema

Datos proporcionados por Pemex a través de diversas solicitudes de información pública, indican que en 2011 –cuando en el estado se hizo más visible el robo de gasolina– no fueron detectadas tomas clandestinas de gas LP.

Un año después, en 2012, hubo cinco perforaciones ilegales que se ubicaron en Acajete (1), Amozoc (1), Coronango (2) y San Salvador El Verde (1).

En 2013 los casos se dispararon y sumaron 17. Estos se localizaron en Acajete (1), Acatzingo (1), Amozoc (3), Esperanza (7), Palmar de Bravo (3) y Tepeaca (2).

En 2014 nuevamente aumentaron y sumaron 39. Los municipios afectados en ese periodo fueron: Acajete (10), Amozoc (10), Acatzingo (1), Coronango (1), Esperanza (1), Palmar de Bravo (1), Puebla (4), Tepeaca (4), Quecholac (1), San Martín Texmelucan (3), Xoxtla (2) y Tecamachalco (2).

Ya en 2015, los casos disminuyeron a 28 y se distribuyeron en las siguientes demarcaciones: Coronango (16), Amozoc (3), Acajete (2), San Matías Tlalancaleca (2), Cuautlancingo (1), Esperanza (1), Palmar de Bravo (1), Texmelucan (1) y Venustiano Carranza (1).

En 2016, las perforaciones en ductos de gas sumaron 53 y en 2017 llegaron a 61. Entre enero y junio pasado, los casos sumaron 41, aunque no hay datos de los municipios en los que fueron localizadas.

Así, entre 2012 y junio de 2018, fueron ubicados 244 puntos de ordeña que representan un promedio de tres casos diarios en los últimos seis años.

De acuerdo con la información proporcionada por Pemex, la capital del estado lideró las denuncias por tomas ilegales de gas LP, entre 2012 y 2015, ya que habitantes de la Angelópolis presentaron 84 de las 88 denuncias que Pemex recibió.