Lo que cayó como bomba en la escudería Red Bull, que se quedaría sin un motor competitivo para luchar en 2022, un año clave para el Gran Circo con el inicio de una nueva época con el cambio de reglamentación.LLa relación entre Honda y Red Bull inició en 2018, cuando la marca japonesa venía de muy malos resultados con McLaren, de manera que Toro Rosso (hoy AlphaTauri) comenzó a usar el motor japonés.

Un año después, el acuerdo avanzó hacia el equipo principal dando un salto en calidad; 2019 trajo podios y la primera victoria en 12 años para Honda. La actual temporada no lucía mal, con podios y triunfo con Max Verstappen, además del obtenido por Pierre Gasly con el equipo B, aunque detrás de Mercedes.

Honda se va argumentando poner su enfoque en que “todos los coches sean eléctricos o de hidrógeno y que la huella de carbono de Honda sea cero. Un desafío tan duro y difícil como competir en la F1”.

Toda esta maraña de acontecimientos podría representar un trabuco para el fichaje del mexicano Sergio “Checo” Pérez, no en el sentido esperado. Para el tapatío, irse hoy a Red Bull sería apostar por un equipo que más allá de 2021 no tiene claridad, sobre todo sabiendo que “Checo” busca un contrato multianual.

Paradójicamente, la partida de Honda le abre las puertas a Pérez por el tema de sus patrocinadores, ya que daría un respaldo de 15 millones de euros, además de veteranía. El reloj de la máxima categoría del automovilismo se mueve rápido, y quizá arroje algunas respuestas la próxima semana, en el Gran Premio de Alemania.—EL UNIVERSAL