Un juez vinculó a proceso a seis empleados del bar “Black Royce”, ubicado en el municipio de Naucalpan, por el delito de homicidio en agravio del empresario Iñigo Arenas Saiz, quien fue hallado muerto el pasado 6 de agosto, informó este miércoles la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.

Los posibles implicados fueron identificados como Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N”, Ana Karen “NN”, Eduardo “N”, capitán de meseros del lugar, y Carlos Daniel “N”, encargado de seguridad. 

El juez estableció un plazo de dos meses para la investigación complementaria del caso y ratificó la medida de prisión preventiva justificada en contra de los seis empleados, quienes se encuentran en el Centro Penitenciario de Reinserción Social de Tlalnepantla.

Según la investigación de la fiscalía, Iñigo Arenas arribó la madrugada del domingo 6 de agosto al bar “Black Royce”, donde las cuatro mujeres le habrían suministrado una sustancia “cuya composición fue motivo de peritaje y forma parte de la teoría del caso”.

Las cuatro mujeres y Eduardo “N” habrían persuadido al empresario para subir a un área “VIP”, donde le expidieron cuatro botellas de bebidas y una cajera hizo el cobro con cargo a una tarjeta bancaria de la víctima.

Posteriormente, una de las mujeres informó a Carlos Daniel “N” que el empresario se había puesto mal, por lo que le había practicado primeros auxilios y llamado a servicios de emergencia.

La víctima fue trasladada a otra área del bar junto a la salida de emergencia, lugar donde fue levantado su cuerpo por personal de la fiscalía la mañana del 6 de agosto. 

La semana pasada, la fiscalía informó que comenzó una investigación por la muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz como asesinato luego de que la necropsia indicara que falleció a causa de una asfixia mecánica por sofocación inducida en su modalidad de oclusión de vías respiratorias.

El empresario había sido reportado como desaparecido tras salir del bar “República”, ubicado en la calle Presidente Masaryk, en la alcaldía Miguel Hidalgo.