¡Síguenos!Debido a la necesidad de reemplazar los plásticos existentes por productos biodegradables y evitar la contaminación causada por el exceso de éstos, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la BUAP, liderados por el doctor Jorge Raúl Cerna Cortez, a partir de fuentes renovables desarrolla un copolímero, útil en la industria automotriz.
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Se conoce que el plástico convencional permanece en el medio ambiente por muchos años, incluso hay materiales plásticos que subsisten por más de 100 años, mientras que los degradables se desintegran con mayor rapidez si su manejo es adecuado.
Por ello, en el proyecto “Síntesis de copolímeros basados en Poli(ácido láctico) (PLA) para aplicaciones en el desarrollo de fibras automotrices biodegradables”, se busca sintetizar un copolímero para fabricar fibras que sean empleadas, de acuerdo con sus características, en recubrimientos de asientos y tapetes.
Sandra Leticia Castillejos Mosqueda, alumna del Doctorado en Ciencias Químicas de la FCQ, explicó que el polímero principal es poli(ácido láctico). La materia prima para sintetizar dicho polímero se obtiene de la fermentación del bagazo de caña de azúcar y papa.
El PLA es un polímero constituido por moléculas de ácido láctico, que una vez polimerizadas presentan propiedades semejantes a las del poliestireno cristal, el cual es un producto basado en derivados del petróleo. Por lo tanto, es posible fabricar vasos desechables biodegradables y sustituir paulatinamente a los fabricados en poliestireno que no presentan dicha degradación.
Lo que se pretende con la investigación es combinar al PLA con otros polímeros para formar un copolímero -unión de dos o más polímeros-, con la principal característica de degradarse en un menor tiempo.
La investigación se encuentra en la etapa de fabricación de las fibras, por lo que en colaboración con el doctor César Márquez Beltrán del Instituto de Física “Luis Rivera Terrazas”, donde se encuentra equipo de electrospinning o electrohilado, se diseñan y fabrican fibras de tamaño nanométrico. En las pruebas se buscarán las condiciones óptimas de voltaje a utilizar y concentración de los copolímeros prototipo.
Una vez concluida esta etapa, la siguiente fase es determinar la vida útil de la fibra, por lo que se realizarán estudios sobre resistencia, flexibilidad y degradación. En este último aspecto se empleará la norma ASTM 5338, para comparar su descomposición por medio de composta.