¡Síguenos!Durante la segunda ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en la Ciudad de México, se lograron pocos acuerdos sobre temas como los mecanismos de resolución de disputas, aranceles agrarios de temporada y reglas de contenido regional.
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Los ministros de Canadá, Estados Unidos y México señalaron en un informe conjunto que habrá una tercera ronda de negociación tras la cual se darán a conocer los primeros resultados de la renegociación del TLCAN.
De acuerdo con El Economista, los representantes mexicanos evitaron tocar el tema de los bajos salarios en México.
El problema de los bajos salarios
Notas anteriores en REGENERACIÓN han dado cuenta de que es precisamente el tema de los bajos salarios lo que ha entorpecido esta renegociación, e incluso ha llevado un líder sindical canadiense a denunciar que el Gobierno mexicano mantiene en la pobreza a sus trabajadores a propósito.
El 22 de agosto REGENERACIÓN reportó que el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo A. de Hoyos Walther, llamó a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) a subir unos 12 pesos al salario mínimo para dar la impresión de que México “está comprometido a mejorar las condiciones salariales de sus trabajadores”, lo que influiría en la renegociación del TLCAN.
Esto se debe a que los sindicatos estadounidenses afirman que se les dificulta competir con los trabajadores mexicanos porque éstos tienen salarios mucho más bajos.
El pasado primero de septiembre que Jerry Dias, el presidente del sindicato del sector privado más grande de Canadá, la Unifor, criticó fuertemente a los negociadores mexicanos del TLCAN e incluso acusó a México de mantener a sus ciudadanos en la pobreza de forma deliberada.
“Si un trabajador automotriz de Canadá y Estados Unidos puede hacer 35 dólares la hora, ¿por qué el mexicano no puede ganar 525 pesos la hora?, ellos merecen el mismo respeto que tenemos en Canadá y Estados Unidos. No entiendo el argumento del Gobierno mexicano de que de alguna manera ‘tenemos que oprimir a nuestros ciudadanos para estar mejor’, es un argumento de porquería”, había dicho el líder laboral.