“La democracia no es para siempre, lo estamos viendo y estamos pagando nuestro descuido”, advirtió el Presidente de Costa Rica de 2014 a 2018, Luis Guillermo Solís, en el Foro regional para América que realiza el Instituto Nacional Electoral (INE) en el marco de la Cumbre de la Democracia Electoral.

La democracia requiere un cuidado especial “no podemos darla por un hecho, se está revirtiendo en muchos lugares” dijo, por lo que consideró que las políticas y los políticos de América Latina tienen que asumir un papel muy importante.

Durante la conferencia magistral “Reflexiones sobre el estado de la democracia en perspectiva global”, sostuvo que “los ataques que están sufriendo las democracias vienen de muchos lugares y la defensa también debe de ser colectiva”; para ello, agregó, afortunadamente en América Latina hay normativa que lo permite, “hay que apoyarla, hay que practicarla y hay que volverlaa utilizar”.

Disfuncionalidades de la democracia

Luis Guillermo Solís planteó el escenario en el que a pesar de que el hemisferio ha tenido ya una oportunidad de florecer en democracia, ésta se encuentra atacada hoy por autoritarismos de nueva generación y, en ese sentido, hay muchos de nuestros conciudadanos y conciudadanas que se encuentran bajo un estado precario de vida y de respeto a sus derechos humanos.

Disertó sobre las que llamó cinco disfuncionalidades de la democracia: que no están garantizando los derechos básicos de la población; la economía, aunque no está caminando mal, no es sana, equilibrada y capaz de generar “empleo decente”; respeto débil a la institucionalidad y a los derechos humanos; el uso irresponsable de los recursos naturales y, por último, un sistema que ha sido incapaz de fomentar un entorno internacional, un entorno hemisférico de democracias y que se expresa en una crisis del multilateralismo.

El Presidente 47 de Costa Rica explicó que estas disfuncionalidades de la democracia han traído como consecuencia la exclusión, pobreza y desigualdad galopante; desempleo e informalidad; un ataque indiscriminado contra la institucionalidad y principalmente contra los poderes electorales, para “entronizar autoritarismos”; polarización, descontrol y desconfianza.

En este punto, Luis Guillermo Solís subrayó la importancia de la centralidad de los procesos electorales, hacer que tengan el sello de confianza. “no tenemos otro mecanismo mejor que el de las elecciones para conferir legitimidad de origen a los gobiernos, darles un sello de confianza, generar condiciones de inicio de su gestión de buena calidad y, por lo tanto, hay que garantizar que las elecciones que confieren legitimidad de origen se lleven a cabo bajo las más escrupulosas reglas de respeto a los derechos ciudadanos, dentro y fuera del país”.

Remarcó que las elecciones siguen siendo insustituibles, por lo que no deben centrarse sólo en el acto electoral, sino que es importante todo el proceso y, en ese sentido, puntualizó la educación cívica, que enseñe desde la escuela a la niñez la importancia de la elección como parte de un proceso ciudadano de buena calidad.

Se debe reflexionar sobre la responsabilidad del gobierno y los estados, de la calidad de los procesos electorales que cada país tiene, “dar buen contenido económico y las facilidades para que los procesos electorales sean de excelente calidad, sigue siendo de los estados nacionales, no se puede transferir a otros”.

Defender la democracia, agregó, requiere de señalar por su nombre “cuando hay violaciones a los derechos humanos tan graves como las que estamos viendo, cuando hay una persecución evidente contra las personas que participan en un proceso electoral, cuando hay una violación de los derechos básicos, actos de terrorismo de Estado, de crímenes de lesa humanidad que se han cometido, etcétera, no salir a defender a las organizaciones y a las personas que están en esos trances se vuele complicado. Por lo tanto, creo que es importante, es obligatorio que las democracias se acompañen, que se cuiden mutuamente, que se faciliten mecanismos de apoyo”.

Estrategia global, regional y nacional en defensa de la democracia

Al dar la bienvenida al primer día de actividades del Foro regional para América, el Presidente de la IFES, Anthony Banbury, coincidió en señalar el retroceso que vive la democracia y el apoyo a esta forma de gobierno, por lo que sugirió “una estrategia para atenderlo de manera global, regional y nacional”.

“Tenemos un reconocimiento amplio del problema, tenemos voluntad política en los niveles más altos del gobierno, y también tenemos recursos por parte de gobiernos, ya sea para atender el problema de manera nacional o a través de ayuda internacional para tener promoción democrática y protección, pero claramente hay mucho más que se tiene que hacer”, abundó.

Por ello, dio la bienvenida el Foro regional, pues señaló que el 80 por ciento de la población mundial vive en países bajo gobiernos que son caracterizados como parcialmente libres o no libres, además de que el apoyo a este sistema se ha reducido del 65 por ciento al 49 por ciento de 1997 al 2020.

Anthony Banbury apuntó que los últimos años, ha habido un cambio muy importante en la conciencia de la seriedad del problema, así como también un reconocimiento de que existe este problema en una escala generalizada.

“El retroceso democrático que se está dando ahora va a un entendimiento más generalizado que incluye políticos entre legislaturas, organizaciones de asistencia civil, además de que hay un compromiso en los niveles políticos más altos de hacer algo al respecto, ya hay conciencia, pero también compromiso”, por lo que reiteró la importancia de que, para lograr un cambio, se requiere de una estrategia global, regional y nacional que permita su defensa.

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