La 16ª Conferencia de las Partes (COP16) de la Convención de la ONU contra la Desertificación concluyó con importantes acuerdos sobre la lucha contra la degradación de la tierra, la desertificación y la sequía, que afectan a una cuarta parte del mundo. Los casi 200 países participantes acordaron priorizar la recuperación de tierras y la resiliencia a la sequía en sus políticas nacionales y la cooperación internacional.

Aunque no se alcanzó un acuerdo final sobre un régimen global contra la sequía, los países adoptaron una declaración política y 39 decisiones clave, como el lanzamiento del Observatorio Internacional de la Resiliencia a la Sequía, que utilizará inteligencia artificial para ayudar a los países a enfrentar sequías más severas. Además, se promovió la participación del sector privado y se crearon grupos para incluir a pueblos indígenas y comunidades locales en la toma de decisiones.

La COP16 también abordó temas clave como la migración, la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios y los pastizales, que cubren el 54% de la tierra y son vitales para la seguridad alimentaria. Se comprometieron más de 12.000 millones de dólares para enfrentar estos desafíos, especialmente en los países más vulnerables.

La conferencia, que atrajo a más de 20.000 participantes, fue un hito en la inclusión de jóvenes y representantes del sector privado. Amina J. Mohammed, secretaria general adjunta de la ONU, destacó que la verdadera labor comienza ahora, haciendo un llamado a la acción para combatir la crisis climática y garantizar la inclusión en las futuras políticas.

Se estima que se necesitarán 2,6 billones de dólares hasta 2030 para restaurar mil millones de hectáreas de tierras degradadas y aumentar la resiliencia a la sequía. La Gran Muralla Verde, una iniciativa africana para restaurar tierras en el Sahel, recibió una significativa financiación, demostrando que las soluciones ya están al alcance