¡Síguenos!Antes de que los perros se volviésen los mejores amigos del hombre, fueron lobos de la vida silvestre; lobos que en aquel entonces se saludaban lamiendo sus caras.
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El neurólogo Gregory Berns explica que lamer las caras es para ellos un saludo social (tal y como los seres humanos se dan la mano). Así mismo, para los lobos significa si otros lobos han traído la cena a casa.
Berns busca saber cómo ven los perros a los humanos: ¿nos ven como parte de su “manada de lobos” o como una especie diferente? A través de pruebas de olor, Berns descubrió que los perros pueden identificar el olor de un ser humano familiar, y eso provoca esa respuesta.
Berns explicó que ningún otro aroma logró que hicieran eso, ni siquiera el de un perro familiar. Esto no significa que nos vean como parte de su manada de perro, no obstante saben que aunque somos diferentes hay un lugar especial para nosotros en su cerebro.
Cuando llegamos nuestro perro se pone feliz de vernos, y a la vez quiere saber dónde hemos estado; por lo que tienen mucho que oler y lamer.
