El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que los 31 migrantes secuestrados a finales de diciembre pasado en Tamaulipas, fueron liberados por sus captores y no rescatados a través de un fuerte operativo por parte de las autoridades de seguridad, como se dijo ayer por la tarde.

En su primera conferencia de prensa en Salón Tesorería de Palacio Nacional, el jefe del Ejecutivo federal subrayó que dicha liberación se dio a una “conjugación de factores”, entre ellos la pronta intervención de las autoridades estatales.

“Había mucho gobierno ahora en la zona y decidieron dejarlos libres, qué bueno, sanos y salvos, porque cuando hablé con el gobernador ayer a los 5 minutos de que supimos me mencionó que lo primero que hizo fue enviar a médicos para ver el estado en que estaban, afortunadamente estaban bien todos, los tenían en un lugar y los llevaron a otro sitio, al estacionamiento de un centro comercial y ya ahí se les rescató, están declarando, ya declararon, estamos contentos porque están bien”, explicó.

Aprovechó para reconocer el liderazgo del gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya,

Ante la insistencia de la prensa para conocer más detalles, el político tabasqueño dijo que el móvil de este secuestro masivo de migrantes fue la extorsión a familiares que viven en Estados Unidos.

Además, dijo que – de acuerdo a la información que le proporcionaron – la mayoría de los 31 migrantes son de origen venezolano.

“La mayoría venezolanos, hondureños, parece que soltaron a los mexicanos y era por el cobro de extorsión a familiares de Estados Unidos”. Pese al cuestionamiento directo de PerspectivasMx, el presidente de la República omitió dar a conocer si hubo detenidos por estos hechos, incluso, evitó revelar nombre del grupo delictivo a que se le atribuye este delito, bajo el argumento de que la investigación está en curso.