¡Síguenos!
TwittearVisitas: 2127
En su haber, Pablo Aguilar, defensa central de Cruz Azul, cuenta con el aporte para dejar atrás 54 años sin títulos del Sportivo Luqueño en Paraguay, pues en 2007 fue parte de un histórico plantel que puso punto final a la malaria del equipo, y ahora buscará romper la loza de 21 años de los cementeros sin ser Campeón de Liga.
Aguilar debutó en el 2004 en dicho club en una ciudad de amplia tradición futbolística en el país sudamericano, que a pesar de toda la historia no ha sido tan exitoso deportivamente. Su último título fue en 1953 y hasta el Apertura 2007 se volvió a coronar.
El zaguero fue parte de dicha plantilla, dirigida por Miguel Zahzú, con una actuación sobresaliente, destacando nueve triunfos en fila, que aportaron para que se proclamaran campeones a dos jornadas del final, gracias al 0-1 como visitantes sobre Tacuary, con gol de Julio Ortellado, una anotación que le otorgó la felicidad completa a toda una generación.
“Las tomo como anécdotas, la clave siempre es tratar de hacer lo mejor posible, lo que veníamos haciendo a lo largo del torneo, no cambiar nada, tratar de seguir por el mismo paso. Ojalá que después de tantos años podamos darle alegría a nuestra gente y ojalá que nosotros podamos quedar en esa historia", dijo.
El ex del América llegó a Cruz Azul para este Apertura 2018 y de inmediato tomó la responsabilidad de la carga emocional y el compromiso de terminar con los 21 años sin ser campeón, algo que quizá, comparado con lo sucedido en el 2007, parece poco tiempo, aunque la exigencia en La Máquina es mayor.
“El grupo unido te puede llevar a grandes cosas, puedes tener muy buenos jugadores pero si el grupo no está estirando parejo es difícil conseguir cosas importantes y en este caso veo a mis compañeros bastante bien, vamos por el mismo objetivo siempre, esas similitudes había tenido anteriormente. No te digo que ya por eso lo vamos a ganar pero se va a tener más chance de conseguir cosas importantes así”.
Luego de coronarse con aquel plantel paraguayo, Pablo emigró al futbol de Argentina con el Colón, probó suerte con San Luis en México, regresó a tierras pamperas, ahora con Arsenal, antes de volver a su amado Sportivo Luqueño, una escala que le permitió revalorarse para retornar a Liga MX con Xolos, América, de nuevo Tijuana y ahora con Cruz Azul, en la búsqueda por terminar con una racha más.