¡Síguenos!Santa María Tonantzintla, Puebla, a 15 de noviembre de 2016. Inteligencia artificial, robótica y visión por computadora son tres de las líneas de investigación del proyecto científico RAFAGA, cuyo objetivo es desarrollar micro vehículos aéreos con vuelo autónomo y que, a casi dos años de haber comenzando, ya ha rendido frutos como un segundo lugar en un competencia internacional en China.
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El proyecto RAFAGA es liderado por el Dr. José Martínez Carranza, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y es financiado por el Fondo Newton de la Royal Society del Reino Unido. Este proyecto busca crear drones con capacidades de vuelo autónomo, robustos a la pérdida o falta de señal de GPS y que puedan tomar decisiones inteligentes.
Con algunos de estos desarrollos el equipo QuetzalCuauhtli del INAOE concursó en la International Micro Air Conference and Competition que se realizó hace tres semanas en el Beijing Institute of Technology en China (IMAV 2016) , obteniendo un segundo lugar en la categoría de drones en interiores. Sobre este logro y el avance de RAFAGA en general nos habla el Dr. Martínez Carranza en entrevista.
En relación con IMAV 2016, el investigador del INAOE comenta que la competencia consistió en que los drones efectuaran una serie de actividades en un contexto de simulación de un accidente de una plataforma petrolera que se incendió y explotó.
“La idea era mandar una brigada de drones para desempeñar distintas actividades: llegar al área del desastre y sobrevolarla, generar un mapa de la misma, ubicar personas que hubieran saltado al mar, identificar dónde estaban y buscar el lugar donde tenían que dejar un salvavidas. Uno de los drones tenía que bajar al mar y tomar una muestra del agua y otros tenían que entrar al edificio de la plataforma para generar un mapa del mismo, localizar unos objetos con material peligroso, tomarlos y depositarlos en un contenedor seguro y después salir. Todos estos drones debían partir de y regresar a una plataforma en movimiento. Ese fue el contexto de la competencia”, explica.
Para esta competencia el equipo QuetzalCuauhtli del INAOE llevó tres vehículos de una plataforma que se llama Bebop 2, de la empresa Parrot. Los llevamos porque son pequeños, y esa era una de las cosas que premiaban. También utilizar plataformas para las que existe software y trabajar con esto en los drones que ya tienen cámaras, uno puede hacer cosas interesantes con esto. Nosotros participamos en la etapa de interiores que era el reto en el que los drones tenían que volar al interior de la plataforma, generar mapas, buscar objetos, etcétera”.
El Dr. José Martínez Carranza añade que estos desarrollos forman parte de RAFAGA, proyecto para el cual recibió financiamiento por dos años: “Empezó en marzo de 2015 y termina en febrero de 2017, es decir, estamos concluyendo el trabajo de investigación en robótica aérea. Como ya estamos cerrando actividades, nuestra participación en este evento era importante poner a competir los sistemas que hemos desarrollado a lo largo de casi dos años, además de las otras actividades como investigación, publicación de artículos, divulgación, etcétera”.
Específicamente, lo presentado en la competencia en China tiene que ver con el desarrollo de toda una infraestructura de comunicación con los drones con el objeto de que estos vuelen autónomamente y procesar la información visual de las cámaras que llevan a bordo para que desempeñen actividades de manera inteligente.
El equipo estuvo integrado por el Dr. José Martínez Carranza; Aldrich Alfredo Cabrera Ponce, Roberto Munguía Silvia y Leticia Oyuki Rojas, estudiantes del Tecnológico Superior de Atlixco (TSA), y el Dr. Luis Manuel Valentín Coronado, quien realiza un postdoctorado en la Coordinación de Ciencias Computacionales de nuestro centro de investigación.
“Yo tenía el deseo de ir a este evento que se enfoca exclusivamente en vehículos aéreos, en drones pequeños en particular, y que desde 2008 reúne a expertos en el área. Para ir a la competencia tenías que enviar una solicitud y evidencia de que tienes infraestructura, conocimiento. Participaron 29 solicitudes de diferentes países y seleccionaron sólo a 13. También ofrecían financiamiento parcial y lo obtuvimos, nos dieron tres mil euros. Poder llegar allá y ver que estamos a la altura es una satisfacción muy grande”, agrega.
El Dr. Martínez Carranza añade que RAFAGA también ha recibido apoyo de una empresa mexicana: “Se llama Heliboss, ellos son distribuidores oficiales de la empresa DJI que se dedican al diseño y construcción de drones. Hace un año me acerqué al CEO de la empresa y le platiqué del proyecto RAFAGA y en ese entonces ellos tenían un dron, el Matrix 100, que se usa para desarrollo y entonces decidió donarlo al proyecto y al Instituto, y eso le da mucho peso a nuestro proyecto”.
Finalmente, interrogado sobre el futuro de esta investigación, el científico comenta: “Hay que ir a defender ese segundo lugar el próximo año en Francia. Queremos competir en las pruebas de interiores y exteriores. Los retos serán tener formación fija de drones, drones colaborativos que no sólo levanten un objeto sino varios. Aunque el proyecto RAFAGA se acaba en 2017, nosotros seguiremos trabajando porque el proyecto fue un parteagauas en mi trabajo como investigador y fue una semilla que me permitió aterrizar bien en la robótica aérea y comenzar a establecer trabajo, madurarlo. Tenemos tesis de maestría y doctorado en progreso, tengo dos estudiante de doctorado trabajando en robótica aérea, tres de maestría. También acabo de ganar un proyecto con el INEGI. No es de robótica aérea, es de uso de drones y procesamiento de la información visual, tiene que ver más con visión artificial pero es un proyecto de más de un millón de pesos por dos años, eso nos permitirá dar continuidad a todo lo que tenemos”.