Este día la ciudad del Vaticano declaró a los beatos mártires de Tlaxcala, Cristóbal, Antonio y Juan, como patronos de la niñez mexicana, así lo informó el obispo Francisco Moreno Barrón, quien viajó a Roma para recibir de manos del Papa Francisco la carta declaratoria o insignia eclesiástica del Palio.

El documento le fue entregado por parte del secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Arthur Roche.

El decreto original fue enviado al cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, quien había solicitado formalmente la declaración de patronos, para ratificar que se trató de una petición unánime de todos los obispos de México.

Los niños mártires fueron nativos de etnias precolombinas pero se convirtieron a la fe católica y fueron asesinados por no querer renegar de ese credo.

Según se estima, Cristóbal nació en 1514, Antonio y Juan hacia 1516. En estos meses se celebra el quinto centenario de su nacimiento. El primero de ellos murió en 1527, a los 13 años, los otros en 1529, a la misma edad.

El Papa Juan Pablo II los declaró beatos el 6 de mayo de 1990 en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, durante su segunda visita apostólica en México.

En los últimos años, Moreno Barrón se reunió con el postulador (abogado) de la causa de los niños mártires, Fray Giuseppe Califano, y con el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, Angelo Amato.

Finalmente este proceso concluyó con la confirmación por parte del Vaticano, anunciándolos como Santos Patronos de la niñez Mexicana.