La organización Mundial del Trabajo (OIT) celebra el 12 de junio el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. Son 33 mil menores en Puebla quienes sin haber cumplido la edad mínima para laborar en México (15 años) llevan a cabo actividades con remuneración económica contribuyendo al sustento de  sus hogares.

De acuerdo con los últimos datos recabados  en el Modulo de Trabajo Infantil  por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo  (ENOE). 2.5  millones de niñas y niños en un rango de edad entre los 5 y 17 años se encuentran trabajando en diferentes sectores.  México a nivel mundial ocupa la posición número 49.

Según datos de la encuesta, Puebla esta entre los estados con mayor número de niños, niñas y adolescentes trabajando.  Es decir el 24 por ciento de ellos entre las edades de 5 a 17 años se concentran en los Estados de Jalisco, Estado de México y Puebla.  

Además la encuesta arroja que Guerrero, Puebla y  Jalisco son unos de los estados que cuentan con más niños menores a los 13 años de edad trabajando.  A la lista se suman  Estados como Michoacán, Oaxaca, Veracruz y Chiapas. 

Omar García Jane,  Coordinador  y psicólogo del Departamento de Asesoría y Prevención  del Tecnológico de Monterrey en Puebla, detalló que esto se debe en gran medida al problema económico que atraviesan las familias mexicanas con escasos recursos. “La clase baja se ve obligada a llevar a cabo este tipo de acciones para solventar los gastos familiares, más que una explotación infantil es una forma cooperativa de poder alcanzar los bienes necesarios para su familia”, dijo.

Los trabajos calificados como actividad económica, son aquellos que van desde cuidar automóviles en la calle, lavando y limpieza autos en semáforos, venta productos en la calle y cantar en transporte público, por mencionar algunas.  Además de quienes trabajan en campos agrícolas, actividades del sector privado y medios delictivos. 

Explicó que desde el punto de vista psicológico,  el trabajo infantil de cierta manera puede ocasionar problemas en el desarrollo físico e intelectual de los niños, ya que el tomar responsabilidades mayores a la de su edad y dejar a un lado el juego, la convivencia y la socialización provoca madurez precoz. 

“Truncar el desarrollo de las diferentes etapas de madurez, pasar de la infancia a la niñez, y de la niñez a la pubertad de una forma no apta, provoca adultos frustrados”, dijo. 

Así mismo, Diana Guzmán Jiménez, Directora del Departamento Académico de Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey en Puebla detalló que por lo menos 11 de cada 100 niños y 6 de cada 100 niñas llevan a cabo una actividad económica de los cuales muchos de ellos se encuentran en situación de calle y sin el respaldo de un hogar. En Puebla son 33 mil quienes se dedican a trabajos remunerados.

Ambos catedráticos detallan que aunque ya se tienen programas de apoyo a la niñez y cuestiones del trabajo infantil en la entidad, es necesario corroborar su funcionamiento. Así mismo las autoridades deben unir esfuerzos y trabajar en programas de educación incluyentes para padres de familia, casas del niño, rodadas y brigadas de protección junto con la policía municipal para sancionar a quienes estén llevando a cabo estas acciones, así como brindar apoyo a los menores con atención psicológica y de albergue. 

Guzmán Jiménez, concluyó que “México ya trabaja por erradicar el trabajo infantil peligroso, cómo por ejemplo prostitución, trata, y poner en peligro su vida causándoles un daño irreversible”.

Por último, los especialistas coincidieron que los niños y niñas puedan apoyar con tareas del hogar como lavar los trastes, limpiar su cuarto o bien, llevar a cabo actividades como aprender de oficios son necesarias e importantes para su vida y desarrollo. Siempre y cuando no se le está privando del derecho a la educación.