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El empresario mexicano Carlos Slim, junto a otros destacados líderes del sector empresarial, participará en la toma de protesta de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero. Esta asistencia estratégica tiene como objetivo abrir canales de negociación económica y política con la nueva administración, cuya retórica proteccionista ha generado preocupación en México.
Según Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), los empresarios mexicanos planean dialogar con el gobierno entrante sobre temas cruciales como comercio, inversiones y políticas migratorias. Estas áreas, consideradas pilares de la relación bilateral, podrían verse afectadas por las medidas anunciadas por Trump, especialmente en torno al TLCAN y las restricciones comerciales.
La participación de Slim, una figura influyente en sectores como telecomunicaciones, infraestructura y energía, subraya el interés de México en mantener una relación económica sólida con Estados Unidos. A través de su presencia, los empresarios mexicanos buscan garantizar que las decisiones de la nueva administración no impacten negativamente el flujo comercial ni las inversiones entre ambas naciones.
Con un enfoque en la estabilidad económica bilateral, esta reunión de alto nivel representa una oportunidad clave para que México se posicione en las discusiones que definirán el futuro de la relación entre ambos países. Slim y sus colegas apuestan por soluciones que beneficien el desarrollo económico y fortalezcan los lazos entre ambas naciones, incluso frente a los desafíos planteados por las políticas proteccionistas de Trump.