¡Síguenos!El incremento en el número de personas fallecidas a causa de COVID-19 saturó la capacidad de atención de las funerarias de la entidad. Algunas se apoyan en servicio de refrigeración para el correcto manejo de los cuerpos.
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La entrega de las cenizas de los fallecidos para los familiares que realizan el trámite tiene un retraso de hasta cinco días, de acuerdo con datos brindados por personal de la funeraria Aeternum en Querétaro. Sin embargo, testimonios de gente que requirió el servicio en otras empresas esperaron al menos dos semanas.
En entrevista con América Muñoz Torres, gerente del Parque Funerario, en el municipio de Corregidora, confirmó el contrato de un servicio externo de refrigeración para mantener en óptimas condiciones los cuerpos que serán cremados.
"La saturación es a nivel mundial. El proceso de cremación de un cuerpo lleva tiempo, los hornos tienen un funcionamiento promedio y si fallecen más de los que se van a cremar, van a tener un proceso de espera." dijo América Muñoz, gerente de Aeternum.
"Empezó (la espera) de uno o dos días y se ha ido alargando. Eso no lo entienden los familiares, pero el mundo no estaba preparado para una pandemia”, expresó.
Aseguró que su empresa mantiene el respeto por los restos mortuorios, y que ante el comportamiento de la pandemia en la entidad, su funeraria adquirió el servicio de una “caja refrigerada” para el almacenamiento, debido a que se superó el límite en la cámara de refrigeración de sus instalaciones.
La funeraria construye un crematorio adicional y un área para inhumación, corroboró AM de Querétaro en un recorrido por las instalaciones.
Muñoz Torres dijo que se trata de un proyecto previo.
"Al ver cómo se incrementa el número de muertos, estamos obligados a adelantarnos a los procesos. Hubo necesidad, al igual que lo hizo el Hospital de La Pradera (Hospital General 2 del IMSS, que también contrató una caja refrigerada)”, expresó.